martes, 23 de julio de 2019

¿Exfoliante de pies y codos? Parte 2

Hooolaa amigos
Como muchos me lo estabais pidiendo aquí os doy un tutorial del como lo hice yo, espero que os encante. (Ya puedo oler a naranja)
Un besito voladooot.

martes, 12 de febrero de 2019

¿Cómo se viviría sin ordenador, teléfono móvil y lavadora?


Teniendo en cuenta que estos artilugios han sido conocidos por mí de toda la vida, la verdad es que no sé cómo sería estar sin ellos, voy a intentar hacer una reflexión. A decir verdad ¿nos facilitan tanto la vida o realmente nos la complican más? Bueno, pues voy a intentar contestar a esta pregunta.
Realmente, el teléfono móvil que conocemos actualmente, con aplicaciones estilo “Whatsapp”, es de muy reciente creación. Ha nacido en el s. XXI, en los años en los que yo entraba en mi adolescencia. Y, antes de eso, el móvil nacido en 1955, sólo para coches, no tenía una gran fuerza en ningún país.
Y se podía vivir tranquilamente con el teléfono fijo, y más tarde, con las conversaciones de Messenger, habiendo relaciones más cercanas entre las personas, y no viviendo todo el día con total dependencia del móvil e impulsándonos, muchas veces a escribir cartas al estar lejos, bonitas cartas que se guardaban como preciados tesoros.
El ordenador, por otro lado, también es un instrumento que lleva mucho tiempo en el mercado, pero no se ha hecho indispensable hasta bien entrados en el s. XX. Y era una herramienta sin ningún atractivo especial, a mi parecer, hasta la creación del programa MS-DOS, y la posterior aparición del internet, que permitió al ordenador dar una “patada” a las enciclopedias, las cartas y las máquinas de escribir.
Antes de él, se vivía de una forma más laboriosa, con un trabajo más duro a la hora de realizar un trabajo. Pero también es cierto que afrontar un trabajo escolar hacía necesaria la salida del domicilio a la biblioteca por información. Donde, una vez más, acudes a relacionarte con más personas. Aunque facilita y agiliza, mucho el trabajo.
Finalmente, hay otro tipo de inventos, como la lavadora, tal y como la conocemos ahora, eléctricas, que, a mi parecer, si son, sin lugar a dudas, objetos que nos facilitan la vida. Sobre todo, a partir del 1900 que fue cuando se empezó a comercializar la lavadora sin la necesidad de tener que estar haciendo funcionar manualmente la lavadora.
Yo imagino que sería una labor muy ardua. Sería una vida con un gran sometimiento o quizás, con la ropa menos limpia, ya que sería muy complicado lavar la ingesta cantidad de ropa que usamos y lavamos en la época actual.
En definitiva, la vida sería completamente distinta, y tendría sus beneficios al igual que sus inconvenientes, dado que también las personas hemos cambiado la forma de ver el mundo y nuestras costumbres, de acuerdo con los avances existentes en la actualidad.
Un besitoo voladoor

sábado, 10 de febrero de 2018

La vida de un piojo experto



No sé de dónde vengo. De repente salí de un huevo microscópico. Ahora me llaman Liendre, pero dentro de unos días ganaré el título de piojo. ¡Es mi gran aspiración! Pero tengo que intentar sobrevivir. Sé que mi madre murió, yo vi como moría. Estaba yo abriendo los ojos por primera vez cuando vi que una mano gigante le quitó la vida. Pero antes de morir me dijo, cuando crezcas, corre lo que puedas y nunca te pares.
Ahora sigo su consejo. Sólo me paro de vez en cuando, a comer un poco de cabeza. Esto es en numerables momentos mi error y el de mis hermanos. Ya que cuando sucede, una mano viene hacia nosotros haciéndonos correr y haciendo que se rasque nuestra comida. Mis hermanos mayores dicen que si queremos sobrevivir mucho tiempo debemos emigrar a otra cabeza.
Cuando le pregunté, el por qué me dijo “Vinagre”. Esa es la primera de las torturas. Y creo q por fin ha llegado, puesto que intuyo que estamos en él, ya que me están derramando una sustancia amarilla y viscosa. Tiene un olor muy fuerte. Provoca que muchos se embriaguen y corren en círculos hasta caer asfixiados. Tengo que saltar a otra cabeza antes de que comience la segunda fase.
Demasiado tarde, a pesar de haber sobrevivido a la “Liendrera”, arma mortal que quería acabar con mi vida, han llegado las trenzas. Castigo, prisión, encierro que no me permite saltar. Pero finalmente encuentro un pelo suelto, por fin soy libre. Entonces veo el paraíso. Una cabellera larga, rubia y limpia, perfecta para agarrarme, entonces me decido y salto.
Me agrada esta cabeza, tiene el suelo puro, y una persona tranquila que por el momento no nota mi presencia. Es perfecto, podré tener a mis liendres y alimentarme, por una vida completa. Disfruto recorriendo esta gran cabeza.
Un mes después descubro que mi sueño no es real vuelvan al ataque las manos gigantes cada 5 minutos. Empiezo a estar alerta, en breve, unas manos el doble de grandes a las que acostumbro empezarán a vigilarme. A acosarme, y no sé qué haré. Empezará otra vez la lucha con mi vieja enemiga la Liendrera.
Días más tarde, mis sospechas se cumplen unas manos me acosan, pero con mi entrenamiento de casi un año los esquivo muy profesionalmente. Minutos después comienza la tortura del vinagre. Espero volver a sobrevivir y me engancho fuertemente al pelo. Me vierten, de nuevo, esa sustancia amarillenta con un olor muy fuerte. Entonces, haciendo gala de mi edad y experiencia busco un lugar en poco seco, en donde pueda refugiarme y el olor no me alcance en medio.
Tras lo que me parece una vida descubro que vuelven a utilizar las armas que atentan contra mi vida y la de mi familia. Una liendrera y una mano gigante que intenta encontrarme. Mientras huyo encuentro los cuerpos inertes de mi familia: algunos en estado de embriaguez, otros corren en círculos intentando coger todo el aire que son capaces. Esto es la guerra. Con los años y generaciones conseguiré que mi familia sea inmune al vinagre y nadie podrá exterminarnos. Conquistaremos todas las cabezas de la tierra, como se ha hecho en el pasado, ni siquiera los productos raros que están creando en estos momentos podrán vencernos.
Pero de momento empieza mi lucha, voy a atacar a la causante de esta injusticia saltando a su cabeza sin que me vea, ella no podrá librarse de mí, hasta mi muerte. Pero no necesito suerte porque alea jacta es (la suerte está echada).
Un beso voladooor
 

Diario de un zapato



Hoy he nacido, de eso estoy convencido, pero no veo la luz. Estoy encerrado, en una caja, de cartón, con otro zapato que dice ser mi par ¡Vaya barbaridad, pero si no lo conozco de nada! Bueno, he decidido adaptarme.
                Llevo varios días encerrado, en la caja y he descubierto que tengo muchas cosas en común con mi pareja. Somos iguales de color, tamaño y modelo, pero su forma es justamente la inversa a la mía. Creo que por fin veo la luz, la tapa se está abriendo. Y veo unas manos enormes, claro mi tamaño es la talla 36. Estas manos nos cogen, a mi par y a mí, para llevarnos a una caja mucho más grande, aunque esta vez es de cristal. ¡Por fin! me alejan de esas bolas de papel que me obligaban a estirarme. ¡oh, oh…! Me van a poner una cosa de plástico en su lugar, esto es más duro, no sé cómo me adaptaré a aguantarlo. Al observar la caja nueva veo que no estamos solos, hay más zapatos. En pocos minutos, logro calar a todos los zapatos. Están en un lado de los niños, con tamaños inferiores al mío (algo difícil de lograr). En los infantiles, ya se ve quienes serán los abusones y a la vez atrevidos, quienes serán los elegantes, los monos, los nudistas y los frioleros. En la edad adulta, están los mismos, pero deben añadírsele los sexys.
                Para mi humilde desolación, soy de los monos, una bailarina simple, cómoda y bonita. La razón de mi desolación es que me he enamorado de una zapatilla de deporte que ni me mirará. La zapatilla en cuestión es un zapato valiente y un poco imponente. Si miro fuera de la caja, veo a muchos zapatos caminando, yo no puedo hacerlo, luego será gracias a los pies de las personas, hay miles de zapatos, unos más limpios y otros más sucios.
                Han pasado varios días en los que me dedico a estudiar a la gente entra. Veo que pasa a la habitación de detrás y se prueba varios zapatos antes de comprarlos. Parece bastante incómodo, y que te deforman. He visto que a algunas personas les huelen los pies, y por el calzado, creo que es una broma pesada de éste para que los deje en paz. Me he enterado que cuando se cansan de nosotros, o nos rompemos, nos tiran rápidamente a la basura, donde fallecemos. Esperemos que a mí no me ocurra eso, lucharé con todas mis armas.
                Presiento que hoy va a ser mi día, hoy por fin podré moverme. Empiezan las rebajas. En efecto, hoy descubro que han pedido mi modelo en mi talla. Es el momento de probar un pie. Espero no sudar tanto como para hacer que le huelan los pies el primer día. Este pie está frio, pero es suave y tiene unas uñas cortitas que no me herirán. Es cómodo este pie, aunque creo que me deformará un poquito.
                Tristemente, parece que me vuelven a meter en la caja. Ufff, menos mal que mi nueva dueña no quiere cajas, así que me meten en una bolsa, asfixiante. Al llegar a mi nuevo destino, me meten en un zapatero. Es un sitio enorme y muy bonito, y lleno de compañeros, lo único que no me gusta es que esté oscuro.
                Vuelven a abrir el armario y, esta vez, yo soy la elegida. Nos calzan a mi par y a mí, conjuntados con un precioso vestido de verano. Creo que acudimos a una cita, seré buena y no le haré sudar (de momento). Si me lleva a un sitio muy caluroso sí, le haré sudar y que suba tufillo. Es maravilloso poder andar, vamos a una cita y estoy muy nerviosa ¿quién será el otro par de zapatos?
                Al acercarme, veo que no son zapatos sino zapatillas. Y no son unas cualquiera, son las de la tienda. Ahora estoy mucho más nerviosa, pero me tranquilizo cuando me cae una gota de refresco. Es solo una deportiva, nada puede pasar. Cuando estamos cara a cara descubro que es más agradable, y tenemos historia común.  Sin haberlo esperado, está siendo una tarde increíble. Creo que éste es el comienzo de una bonita amistad.
Un beso voladoor

Reflexiones sobre los micrófonos

 Hola amigooooos Esta noche pensando se me ha venido a la cabeza una locura inmensa. ¿Cúando veis un micrófono en la tv no os entran ganas d...