Hoy es un día especial, he escuchado de otros balones de fútbol, igual que yo, que hoy hay un partido especial. Esta noche a la 20:00 horas, se determina quien gana la liga adelante y sube a la liga BBVA.
Estoy nervioso, hoy saldré de la red, y rodaré, por primera vez, en el césped del Estadio de Mendizorrotza. Respiraré por primera vez un gran ambiente competitivo, con gran expectación. ¡No me lo puedo creer!
Todo está sucediendo como esperaba, estoy ante un estadio lleno. Alavés versus Numancia. Respiro nervios e ilusión, y con gran expectación impacto en el suelo, seguida de una gran patada. Que me hace rodar hacia otros pies.
Intentan pararme, pero lo consiguen. Me siento lleno de adrenalina. Y muy importante. Todo el mundo está pendiente de mis movimientos.
Empiezo a sentirme muy magullado y dolorido. Mi alrededor huele a sudor y adrenalina.
Toquero me chuta impulsándome a una portería, una especie de cárcel con unas redes como barrotes. Y custodiado por un pobre iluso, que cree que podrá imponer en mi camino. Pero no, yo consigo entrar en mi destino. En ese momento, me siento perdido. Empiezan a gritar y a abrazarse, olvidándose de que soy la estrella.Hasta que el que creía un pobre iluso, viene a darme cariño y cogerme en sus manos. Es un ángel, mi salvador.
Nooo, no puede ser mi salvador, porque es un falso, que ha osado golpearme todavía más fuerte que los demás.
El partido sigue y yo sigo desilusionado, todos me han traicionado. Entonces vuelven a acercarme a la portería. Pero ahora se acabó, ya no jugarán conmigo, ahora he de actuar. Tengo que refugiarme entre las personas que gritan, son mi salvación.
Después de un último golpe, cojo un gran impulso y consigo ser libre. Hasta que un fanático, por fin se apiada de mí, me coge y me besa con cariño. A la vez, que le dice a su compañero, es mi balón.
¿Se habrá acabado por fin mi tortura?
Un besito voladooor
Intentan pararme, pero lo consiguen. Me siento lleno de adrenalina. Y muy importante. Todo el mundo está pendiente de mis movimientos.
Empiezo a sentirme muy magullado y dolorido. Mi alrededor huele a sudor y adrenalina.
Toquero me chuta impulsándome a una portería, una especie de cárcel con unas redes como barrotes. Y custodiado por un pobre iluso, que cree que podrá imponer en mi camino. Pero no, yo consigo entrar en mi destino. En ese momento, me siento perdido. Empiezan a gritar y a abrazarse, olvidándose de que soy la estrella.Hasta que el que creía un pobre iluso, viene a darme cariño y cogerme en sus manos. Es un ángel, mi salvador.
Nooo, no puede ser mi salvador, porque es un falso, que ha osado golpearme todavía más fuerte que los demás.
El partido sigue y yo sigo desilusionado, todos me han traicionado. Entonces vuelven a acercarme a la portería. Pero ahora se acabó, ya no jugarán conmigo, ahora he de actuar. Tengo que refugiarme entre las personas que gritan, son mi salvación.
Después de un último golpe, cojo un gran impulso y consigo ser libre. Hasta que un fanático, por fin se apiada de mí, me coge y me besa con cariño. A la vez, que le dice a su compañero, es mi balón.
¿Se habrá acabado por fin mi tortura?
Un besito voladooor
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